Ahora ya te había medio olvidado, pero cuando menos me lo espero, vuelves a aparecer de la nada, sin llamarte siquiera. Mi voz interior dice: No te engañes a ti misma, no intentes hacerte la fuerte cuando no lo eres… Pero lo tengo que intentar, o al menos demostrarte que te he olvidado. Intentar no volver a caer en tu estúpido pero fácil juego. Volver a caer es fácil, levantarte de nuevo después de haberte intentado levantar una y otra vez es muy difícil. No dejes que jueguen contigo más de una vez, ni siquiera una. Al final se acostumbraran a jugar contigo y tú te acostumbraras a caer día si y día también.
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